En un barrio periférico de Cali, 12 familias decidieron sembrar productos orgánicos en un terreno baldío. Querían abastecerse y vender excedentes, pero su organización interna era débil y no tenían estructura de precios.
Se identifico como Problemática la falta de liderazgo rotativo, ausencia de roles definidos y baja planificación de siembras.
En el proceso de consultoría se sugirió como solución se introdujera la metodología “Aprender Haciendo”: se definieron roles (administrador, técnico, comercializador), se crearon calendarios de cosecha y se capacitó al grupo en planes de negocio sencillos con proyección de ventas.
Después de implementar las acciones de mejora, se obtuvo como resultado en cuatro meses, la duplicación de su producción y vender semanalmente en una feria local. El grupo ahora aporta el 15% de su ingreso familiar a partir del proyecto.
Dentro del proceso de Aprendizaje, tenemos que la planificación básica y la distribución justa de tareas fortalecen el compromiso comunitario.
Como dato curioso tenemos que en América Latina, el 60% de los emprendimientos comunitarios rurales fracasa antes del tercer año por falta de gestión administrativa (CEPAL, 2022).
